viernes, 8 de mayo de 2009

El Hierro - Islas Canarias

Uno de los lugares que visité durante la luna de miel fue la isla de "El Hierro". Esta isla, la más pequeña y la que está situada en el extremo sudoeste de las Islas Canarias, tiene un encanto y unos contrastes impresionantes pese a su pequeño tamaño.

Estuvimos durante cinco días, tiempo más que suficiente para poder visitar la isla, alojados en el Parador del Hierro, que se encuentra ubicado en un lugar realmente privilegiado, al borde una volcánica montaña y pegado al mar, en el que se puede disfrutar de una tranquilidad impresionante.


En el aspecto gastronómico, lacarta del restaurante del parador, cuenta con una serie de platos típicos, realmente deliciosos, por no hablar de una de las exquisiteces de la isla que es la piña del hierro, una piña más pequeña y pálida que la que normalmente estamos acostumbrados a comer, pero con un sabor impresionante.

Una de las cosas que más me impresionó, fue poder estar en un bosque como el denominado "La Hoya del Morcillo" o la "Hoya del Pino", repletos de una frondosa vegetación, y en poco menos de 15 minutos, en coche, estar en una zona completamente árida y desprovista, en casi su totalidad, de cualquier tipo de vegetación como es la zona de Arenas Blancas.

Muy cerca de la zona de Arenas Blancas, está El Sabinar, lugar en el crecen las sabinas moldeadas, durante siglos, por los fuertes vientos que soplan en esta zona.


Volviendo al tema gastrnómico, recuerdo un pequeño pueblo pesquero llamado "La Restinga", situado en el sur de la isla, en el pudimos comer unos pescados de roca de la zona, realmente deliciosos. Para los amantes del buceo, este es un punto de referencia debido a sus aguas cristalinas y a la biodiversidad marina que existe en la zona.

En definitva, una isla que, aunque pequeña, tiene un encanto especial y es idonea para pasar unos días de total tranquilidad. Os recomiendo visitarla.

1 comentario:

  1. Visité El Hierro hace muchos años y aunque no te lo creerás fotografié la mismísima sabina, ese arbol que busqué como si fuese un reto ya que estando trabajando en Gran Canaria cayó en mis manos un folleto de esa isla (La isla del fin del mundo) y la encontré. Una isla maravillosa, y cuando yo fuí solo había dos carreteras asfaltadas. permanecí tres días y me alojé (casualidad) en el Parador. Gracias por recordarme ese viaje.

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