Danko

No os voy a hablar del capitán Iván Danko (Arnold Schwarzenegger) en la película Danko: Calor rojo, sino de mi perro, un pastor alemán que está con nosotros desde que nació practicamente, hace ya 5 años.



Danko, es un perro muy cariñoso con las personas y extremadamente juguetón, sobre todo con mi cuñado Nacho, pero le ocurre todo lo contrario con sus congéneres a los que como poco gruñe. De hecho, hay determinados perros que pasean por el barrio a los que ladra con mucha rabia e incluso, cuando paseamos, tira de mí para tratar de irse hacia ellos.

Actualmente, lamento no poder dedicarle más tiempo ya que con Rodrigo y Gonzalo, tampoco dispongo de mucho para poder pasear con él. Antes de que naciera Rodrigo, dábamos grandes paseos por zonas en las que podía ir suelto, y la verdad es que era una gozada verle correr y jugar con una pelota de tenis que nos llevábamos. Ahora solo puedo sacarle un rato por las mañanas antes de irme a trabajar y otro rato por las tardes antes de comenzar con los baños de los niños, y siempre atado, ya que podemos encontrarnos con otros perros del barrio.

Al margen de los paseos, tenemos al perro muy bien atendido en todo lo referente a alimentación, vacunas, limpieza, ..., y además dispone de todo el patio trasero de la casa (más de 50 metros cuadrados) para él solo durante todo el día.

Ahora que Rodrigo tiene casi 3 años, está empezando a relacionarse con Danko. Por las mañanas, anter de llevarle a la guardería, le da unas galletas, en otras ocasiones le gusta ponerle la comida, e incluso algunas tardes se ha venido conmigo cuando saco a Danko a la calle. Pero salir a la calle con Danko y Rodrigo es bastante extresante, ya que no puedo llevar todo el rato a Rodrigo de la mano, porque él no quiere, y en otras ocasiones cuando Danko ladra a otros perros Rodrigo se pone nervioso y le grita para que se calle (vaya escena).