Como ya hace algunas semanas, que por la oficina corría el rumor de que a mediados de este mes nos tendríamos que marchar, comenzamos a realizar las gestiones oportunas para convencer a nuestro manager, de que somos capaces de trabajar desde casa, de hecho, durante los últimos meses hemos estado realizándolo de forma esporádica para que quedara patente que somos capaces de hacerlo sin que el cliente note ninguna diferencia. La respuesta de nuestro manager no se hizo esperar mucho y vino en forma de pregunta la semana pasada, ¿qué pensáis hacer?, nos dijo.
La respuesta fue clara y rotunda, ¡trabajar desde casa, por supuesto!.
Y dicho y hecho, el próximo miércoles día 17, es el último día que iremos por Alcobendas. Recogeremos nuestro material (monitor, dock station, ratón, teclado, ...) y para casa. Durante un par de semanas iremos un par de días por semana a Las Rozas para comprobar que tenemos los puestos correctamente instalados, y después un día por semana para alguna reunión con el cliente.
Pues me alegro, Carlos. Trabajar en casa es un lujo, ojalá yo pudiera. Enhorabuena. Un abrazo.
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