Trabajar desde casa

En algunas ocasiones, cuando se trata de casos de fuerza mayor, por los que no puedo ir a la oficina a trabajar, me quedo a trabajar en casa. Hoy ha sido un día de esos en los que me he tenido que quedar en casa cuidando de Gonzalo, ya que Susana tenía que ir a Madrid.

Gracias a las tecnologías existentes hoy en día, es bastante sencillo poder hacer el mismo trabajo desde casa, que el que se puede realizar en la oficina. Con tener una línea ADSL es suficiente. Te conectas a Internet, activas la VPN, y "voilà", tienes a tu alcance los mismos elementos que si estuvieras conectado en la red de la oficina. Por supuesto, esto es posible si la empresa para la que trabajas tiene habilitado los sistemas necesarios para poder hacerlo.

Como podéis imaginar las ventajas de trabajar desde casa son muchas, te levantas más tarde, ya que no tienes que desplazarte hasta el lugar de trabajo (lo tienes dentro de tu casa), te vistes de forma cómoda, no es necesario ir mínimamente arreglado, puedes tomarte un café en condiciones, no uno de esos de máquina en los que la procedencia tanto del café como de la leche es un tanto dudosa y cuando termina tu jornada de trabajo, estás en casa y no tienes que volver desde la oficina, que como sabéis, en mi caso está a una distancia tal que me hace perder todos los días casi dos horas entre ida y vuelta. En fin, una gozada.

La única pega es que actualmente no puedo hacer esto diariamente, sencillamente no me lo permiten, aunque con el paso a HP quizás exista la posibilidad de hacerlo con más asiduidad, ya parece que está mejor visto (ni que decir tiene lo que la empresa se ahorra si yo trabajo desde mi casa).

En fín, de momento esto es lo que hay...